Desde que estoy embarazada mi hijo de 3 años se fija mucho en su alrededor y en los anuncios sobre bebé, como su cerebro es una esponja va captando todo lo que nos intentan vender y eso lo demuestra con sus comentarios. El otro día me decía que su hermanita llevaría chupete para no llorar y yo le dije: «Pues tú no llevaste chupete, cuando llorabas te daba teta o te cogía en brazos para calmarte» y él me decía que los bebés llevan chupete. Cuando ve una cuna dice que su hermanita dormirá ahí y yo le digo: «En nuestra habitación no cabe una cuna, además tú duermes con nosotros en la cama desde el primer día«, al decirle que no nos cabía una cuna él sugirió que la hermanita podía dormir en su cuna y en otra habitación (hay un anuncio donde dos niños duermen en cunas solos en una habitación). Otras veces dice que le dejará un hueco en la cama para dormir todos juntos, en fin, todos estos planteamientos me han llevado a estas preguntas: ¿qué pasaría si con este bebé hacemos todo lo contrario? ¿mi hijo sería la misma persona si lo hubiese criado de forma diferente?
En la crianza con apego o crianza respetuosa no consiste solo en dar el pecho a los bebés y dormir junto a ellos, va mucho más allá, es cuestión de cubrir necesidades afectivas, de acompañar al niño en todas las etapas de su vida, de tener en cuenta sus ideas, de una educación horizontal, de tratar al niño como la persona que es, en definitiva de RESPETO Y EMPATÍA.
Con esta entrada no quiero entrar en juicios con otras madres, como he comentado en otras ocasiones cada madre hace lo que cree que es mejor para su hijo. Pero pienso que si estuviera criando a mi hijo de forma distinta no sería el niño que es hoy día, con esto no quiero decir que sea perfecto ni mucho menos, pero me encanta cómo es mi hijo y ver que es feliz porque se siente escuchado por sus padres.
Lo que me parece triste es cuando las madres nos sentimos mal por cómo actuamos o más bien porque pensamos que podemos estar actuando mal. Por ejemplo cuando los cogemos mucho en brazos, no les dejamos llorar para que se les ensanchen los pulmones, les respetamos a la hora de comer o dormir. Hacer algo con lo que no estás a gusto es muy incómodo, por eso hay que respetar a las madres que no quieren dar el pecho o que duermen mal cuando practican colecho, no todas somos iguales y no todos los niños necesitan lo mismo.
Con esta segunda maternidad se que no lo voy a hacer igual, sí tendré los mismos principios pero mi hija será una persona diferente con unas necesidades diferentes así que habrá que escucharla y luego actuar. ¿Cómo ha sido tu segunda maternidad? ¿te ha sorprendido en tu forma de actuar? ¿has podido hacerlo todo de la misma forma que la primera vez? Estaré encantada de leer vuestros comentarios.
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Pienso k con el segundo siempre haces distinto. Es casi imposible actuar de la misma manera. Ya que con el segundo ya tienes una experiencia. Y ves los errores cometidos,
Mi experiencia personal s q no los crías igual. Tu tienes unos pilares y en base a estos (véase si queréis lactancia, brazos y colecho) y de ahí el RN demanda sus necesidades que pueden ser iguales o muy diferentes al primogénito. También hay que tener en cuenta que ya no sera uno para portear, coger en vrazos , Tetear… Así que sera diferente sí o sí. Pero en todo caso precioso y experiencia única.
Eso creo yo Desirée, que igual no va a ser, y aunque le pueda ofrecer lo mismo mi hija me puede pedir cosas diferentes y nos tendremos que adaptar a eso.
Gracias por comentar 🙂
Saludos!