Qué es el coaching familiar y en qué situaciones puede ayudar a las familias

Convivir con otras personas es difícil, incluso si son miembros de tu propia familia. Construir y mantener una buena dinámica familiar lleva tiempo y requiere paciencia y práctica. Que todos los miembros de una misma familia sean felices no es tarea fácil, especialmente si viven bajo un mismo techo. Hay momentos en los que será necesario saber manejar los posibles conflictos y garantizar que los diferentes individuos que conforman la familia tengan objetivos comunes.

El coaching familiar intentará comprender las relaciones entre los miembros de la familia, tratará de ayudar con las dificultades de la crianza y de crear empatía por parte de los progenitores en relación a las necesidades de los hijos e hijas, especialmente en la etapa de la adolescencia.

¿Qué es realmente el coaching familiar?

El coaching familiar sigue los mismos conceptos básicos que los demás tipos de coaching: guiar a una persona desde donde está hasta donde quiere estar pero, en este caso, en lugar de una persona se trata de una familia. Al igual que el coaching empresarial, que trabaja para reestructurar un equipo o asesorar al gestor o gestora del mismo sobre formas efectivas de comunicación, el coaching familiar aplica este enfoque pero en la esfera familiar. Por tanto, el objetivo es ayudar a descubrir cuáles son los problemas que hay en el ámbito familiar y qué cambios se pueden llevar a cabo para alcanzar una situación armoniosa y positiva para todos.

¿En qué situaciones debemos recurrir a un servicio de coaching familiar?

El coaching familiar tratará de dar apoyo a padres y madres para encontrar la mejor manera de educar y relacionarse con sus hijos e hijas, así como promover una comunicación más eficaz, honesta y basada en la confianza entre todos los miembros de la familia.

Este servicio es muy solicitado en caso de que la pareja inicie un proceso de separación, para minimizar los posibles daños y consecuencias para los hijos e hijas y para que exista una mayor comprensión y claridad en todo el proceso.

Nuevos desafíos parentales (como la llegada de un nuevo miembro a la familia, un accidente o la enfermedad de uno de los hijos o hijas), el embarazo o la paternidad durante la adolescencia, el fracaso escolar, el manejo de situaciones de estrés, los procesos de comunicación ineficaces o la falta de disciplina, son algunos de los asuntos que se abordan en sesiones de coaching familiar.

¿Cómo funcionan las sesiones de coaching familiar?

A través del coaching familiar, el o la coach define junto a la familia los objetivos y el plan de acción para todos los miembros, con el fin de potenciar una serie de competencias de comunicación positiva, de valorización de las características de cada miembro, de respeto y de cooperación.

En este tipo de sesiones, el plan de acción y las herramientas necesarias para la resolución de los problemas son descubiertas por los propios miembros de la familia. Es decir, el o la profesional dirige la sesión a través de preguntas clave (o de dinámicas más activas, como pequeños juegos o desafíos), en las que cada cual tendrá que pensar y reflexionar. Al encontrar cada uno sus propias soluciones, implementar las mismas será más fácil y, probablemente, más eficaz.

Por tanto, las sesiones de coaching familiar tienen como objetivo brindar a las familias las técnicas y herramientas para resolver conflictos, llegar a compromisos y transformar las dinámicas familiares menos positivas en situaciones confortables para todos y todas las implicadas.

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