¿La silla de pensar crea adultos adictos al sufrimiento?

silla-de-pensar-sienteme

Escribo este post desde la iniciativa de La Pedagogía Blanca a solicitar la eliminación de la «silla de pensar» de las aulas. También se puede conocer en otros lugares como «silla del aburrimiento», «rincón de pensar», «tiempo fuera»….En mi época te ponían «cara a la pared» directamente. Todos estos métodos no sirven para resolver conflictos, simplemente enseñamos a los niños a obedecer una orden de un adulto, a que la vida es injusta muchas veces y que poco puedes reclamar o defenderte.

En una charla sobre la búsqueda de la felicidad que asistí hace unos días nos dijeron que para ser más felices teníamos que observar a los niños, su comportamiento era puro, viven el presente y no se aferran al sufrimiento. Los niños saben pasar de una emoción a otra en cuestión de segundos, seguro que habéis observado en vuestro hijo u otro niño que puede estar llorando desconsoladamente y al instante salir corriendo para seguir jugando. Con este comportamiento no nos están tomando el pelo ni mucho menos, es que ellos son capaces de dejar pasar las emociones.

Nosotros los adultos nos aferramos a una emoción hasta tal punto que sufrimos muchísimo por ello. ¿Cuánto tiempo te ha durado un enfado por algo que no tenía importancia? ¿cuántas veces lo has pasado mal por seguir herida por una situación que no te ha gustado?
Si observamos a los niños podemos ver que cuando se enfadan estallan y expresan ese enfado en el momento, pero luego continúan el juego y no se quedan anclados en ese dolor, prefieren seguir jugando a estar lamentándose. Cuando castigamos a un niño en la «silla de pensar» le estamos enseñando a que se aferre a ese sentimiento de sentirse mal y sea consciente del daño que ha hecho para que ese sufrimiento se alargue y si no quiere volver a sentirse mal que no lo repita.

¿Qué pasaría si los niños crecieran y llegaran a adultos con la capacidad de dejar pasar las emociones? Estoy segura que seríamos más sanos, resolveríamos mejor nuestros conflictos y nos enfrentaríamos a los problemas con mayor seguridad. Nadie quiere adultos aferrados al dolor, inseguros e incapaces de resolver sus problemas, pero es lo que tenemos, lo que estamos viviendo, y en nuestra mano está poder cambiar esos patrones que parece que nos imponen desde arriba.

Os invito a cambiar el chip y reflexionar más sobre este tema, hay muchos escritos sobre no castigar a los niños y resolver los conflictos de manera respetuosa y con paciencia. Tanto en casa como en el aula. Rompe las cadenas conductistas y lucha por la re-evolución del amor.

17 comentarios en «¿La silla de pensar crea adultos adictos al sufrimiento?»

  1. Ok me parece fantástico, mi niña es muy chiquita aún y no la castigo pero como se hace para hacerles entender que han hecho algo mal, quiero criarla de una manera respetuosa.
    Gracias

    Responder
    • No es necesario el castigo para que entiendan que algo está mal, hay que hablarles mucho y si hacen algo que no te gusta pues hablarlo con ellos, al principio son muy peques y parece que no entienden nada, pero pronto lo entienden todo. Además los niños aprenden lo que ven, con nuestra actitud y respeto hacia ellos se puede solucionar todo.
      Gracias por comentar!

      Responder
  2. no estoy de acuerdo. los ninos deben aprender que sus acciones traen consecuencias a la cual ellos estan sujetos y si no lo hacen van a crecer como irresponsables y caprichosos malcriados. estoy en contra 100% de la violencia pero el castigo es algo que debe permanecer en la educacion, por que si no lo castigan suspadres de ninos lo va a hacer la sociedad de adultos y con consecuencias lamentables.

    Responder
    • Si actuamos de la forma que dices con los niños ellos van a actuar por miedo a esas consecuencias, y no de manera responsable. Siempre será mejor que eduquemos en el respeto y la empatía que en las amenazas y los castigos.
      Además nuestra sociedad ya está marcada por consecuencias y seguimos viviendo con ladrones, asesinos, violadores…A esa gente le da igual las consecuencias, actúan por odio, casi siempre ese odio viene de la infancia: malos tratos, agresiones, falta de cariño, ausencia de una figura de apego…Los niños actúan por imitación, si a tu hijo le ofreces un modelo de amor y respeto hacia ti mismo y hacia él es lo que va a imitar.
      Hay muchas formas respetuosas de enseñar a los niños lo que está bien y mal sin necesidad de utilizar el castigo.

      Responder
  3. Pues yo estoy hecha un lio. No se que hacer. Tengo un niño de 3 y otro de 4. Con el de 3 no puedo. Ya no son solo sus rabietas. Es q cuando tiene una rabieta se encara a mi y me pega. Cuando se relaja le mando a pensar pero me quedo con él pensando y hablando. Pero nada siempre vuelve a pasar.
    Estoy desesperada me deprime un montón no saber que hacer

    Responder
    • Yo también he pasado por la etapa de pegar y es muy desesperante, solo piensas que si tú no lo haces con él por qué lo hace él contigo…Tengo pendiente escribir un post sobre eso pero lo que más me ayudó es a tener empatía con mi hijo e intentar adelantarme a esos momentos que le hacían sentirse así y expresarlo de esa forma.
      A la hora de no castigar lo que me ayuda es el siguiente planteamiento: Si esto lo hiciera un adulto (mi marido, por ejemplo) ¿cómo actuaría? porque con los adultos no actuamos con castigos….
      Espero haberte ayudado, saludos!

      Responder
  4. Una vez más estoy de acuerdo contigo Maria del Mar. Hay que resolver conflictos y buscar soluciones, explicar lo que han hecho mal y las consecuencias negativas q conlleva. La idea es que lo entiendan para no repetir. Educar sí, castigar no.
    Gracias por el post!

    Responder
  5. Como madre estoy de acuerdo, pero como educadora ya no lo veo de la misma manera. Ojalá en todos los hogares se educara así, pero la realidad es otra. Nos encontramos en las escuelas (aulas con 25-27 alumnos) niños que en sus casas no tienen normas, no hay respeto, no se trabaja la empatía…tu puedes un día, dos días, tres días…incluso un trimestre hablar con el niño, intentar hacerle entender, premiar las buenas actitudes reforzando el buen comportamiento. Pero al final te encuentras que no ha servido de nada. Que sigues teniendo los mismos conflictos, que las quejas de los otros niños/padres son continuadas y que sintiéndolo mucho las oportunidades se acaban. Esta es mi humilde opinión. Gracias

    Responder
    • Tienes razón en que no es lo mismo con un niño que con 25-27 niños juntos, aún así cuando castigamos lo hacemos por falta de herramientas. Se que resultará difícil pero habrá que pensar qué le lleva a ese niño ese comportamiento, como bien dices cada casa es un mundo pero también los niños se comportan en cada sitio de una forma distinta. Si lo que reciben son amenazas y castigos eso genera peor comportamiento. Se que hay muchas maestras que no actúan de esa forma y les funciona bien, pero no puedo darte más datos porque yo solo soy madre 🙂
      Gracias por tu comentario, en breve ampliaremos información en el blog sobre este tema, espero que os sirva de ayuda 🙂

      Responder
  6. En casa lo hemos usado. En el colegio y en la guardería lo usaban, pero más que como castigo como lugar de calma y reflexión para luego hablar del tema con serenidad. Nunca hemos sentido que fuera un castigo ni él lo tomaba como tal. Ahora con 9 años no está estigmatizado, o eso creo,jajaja.

    Responder
  7. Igual a mi me ha funcionado el lugar de calma, no lo usamos como castigo si no como un lugar para liberar tu emoción ya sea enojo, desesperación, y ya que el niño se le pase el enojo acercarnos hablar con el para encontrar juntos una solución, me parece que el niño aprendía a liberar respetas la emoción que esta sintiendo le das su espacio y luego pláticar sobre ello, cuando el niño está enojado y deseas hablar con el en ese momento es cuando a veces muchas mamás se enganchan con el enojo y en vez de soluccionar entran en el nivel del niño y se vuelve una discusión.

    Responder
    • Tienes razón Jessica, si la usas con otro fin no es lo mismo. Lo importante es que el niño no asocie que pensar es malo y sobre todo que esté ahí porque quiere con libre movimiento, es decir, que si se quiere levantar e irse que lo haga. Es bueno que alguien esté a su lado hablando sobre lo que ha pasado, si no no se soluciona nada…
      Saludos.

      Responder

Deja un comentario