La semana pasada fue el Día Mundial del Cáncer de Mama y lo dediqué a investigar más sobre este tema, me llamó mucho la atención que la OMS destaque como factor de protección natural a la lactancia materna, señala que reduce el riesgo de tener cáncer de mama. Sobre todo influye el tiempo que has amamantado, cuanto mayor es el tiempo que una mujer ha amamantado a su bebé menor es el riesgo de cáncer.
El estudio indica que el tiempo que debe haber amamantado una mujer es de más de 12 meses y tener un cúmulo de unos 24 meses en el total de su vida. Además la edad en la que se tienen hijos también influye, ya que si la mujer es joven cuando amamanta a su bebé se protege más debido a la maduración de las células mamarias en el periodo de lactancia.
Puede que todos estos datos (tener hijos más jóvenes y amamantarlos durante un largo periodo de tiempo) nos indiquen por qué actualmente hay tantas mujeres que sufren esta enfermedad. Llevamos mucho tiempo observando cómo las mujeres retrasan cada vez más el momento de ser madre (la media en España está en los 31,06 años, superando los 32 en algunas provincias) y luchando porque exista una cultura de lactancia materna como la había hace 60 años, en la que lo habitual era que la mayoría de mujeres alimentara a sus hijos con su pecho y los profesionales no se metieran por el medio con recetas y soluciones varias como nos pasa hoy día.
Con la llegada de la leche de fórmula el pecho de la mujer dejó de ser visto como alimento y consuelo para el bebé y hoy día tiene una visión más erótica que maternal. Aún así ya se están viendo los cambios que estamos produciendo en esta generación de mujeres y poco a poco la tasas de lactancia materna aumentan.
Esto no quiere decir que por haber amamantado te asegures de librarte del cáncer, ya que hay más factores (hormonales, genéticos…) que influyen en contraer la enfermedad pero es un dato a tener en cuenta tanto por médicos como mujeres.