Esta entrada en el blog es muy diferente a lo que suelo publicar, esta vez voy a hablar de una parte muy personal. Acabo de terminar mi formación como formadora de la Pedagogía Blanca y necesito plasmar aquí lo que ha supuesto para mi este aprendizaje vital.
Mi camino hacia la formación de la Pedagogía Blanca empieza cuando conozco a Azucena Caballero gracias a su libro «Organiza tu hogar en 30 días», tengo la suerte de conocerla en persona al organizar una charla sobre maternidad multitarea y todo lo maravillosa que parece ser a través de las redes lo supera con creces cuando la conoces en el mundo real. Tras aprender de ella como coach y mamá multitarea observo el salto que da creando la formación de la Pedagogía Blanca, un curso destinado a padres, maestros y educadores en general, en el que te haces partícipe como agente del cambio educativo que necesita nuestro país. Tuve la oportunidad de realizarle una entrevista que quedó genial y te la dejo en este enlace.
A su lado está Mireia Long, hasta ahora no la conozco personalmente pero me ha proporcionado más sabiduría y consejos que gente con la que hablo a diario. Es una bellísima persona, generosa y gran amiga de sus amigos. Más de una vez le he dicho que debe ser la próxima Ministra de Educación, y ojalá algún día lo vean mis ojos 😉
No me puedo olvidar de nombrar a Sorina Oprean, tutora del curso de la Pedagogía Blanca y encargada de «corregir» las tareas. El feedback que realiza de cada tarea que haces es asombroso, conecta muchísimo con la gente y tiene una gran empatía. Tal y como me está sucediendo últimamente con las familias homeschoolers que conozco, me quedo enamorada al ver a sus hijos y su sistema familiar, cada vez tengo más claro que los niños que no van a la escuela son seres muy especiales, que en la mayoría de ocasiones están muy por encima de los demás por la experiencia vital que llevan en sus espaldas.
Hoy se ha cumplido uno de mis sueños a corto plazo, ser formadora de la Pedagogía Blanca, lo estoy escribiendo y todavía no me lo creo. Espero plasmar todos los conocimientos adquiridos en este blog, llenarme de fuerza y energía positiva para dar el gran salto, aunque esto suponga salir de mi zona de confort algún ratito. Me imagino que a ti te pasará lo mismo cuando ves un sueño cumplido, que al principio no te lo crees, pero respira, toma aliento y ¡manos a la obra!