Los bebés reborn están hechos de silicona o vinilo y simulan a un bebé real en cuanto al peso, textura de la piel y otras funciones. ¿Los has visto? Estos bebés están ligados a ciertas ventajas sobre la salud de las personas pero ¿siempre es saludable usarlos?
Algunas personas encuentran un pasatiempo en cuidar a este tipo de bebés con una rutina que incluye vestirlos y bañarlos, por lo que su uso también se ha incluido en ciertas terapias psicológicas para sobrellevar una pérdida.
Antes de conocer más sobre la ayuda que ofrecen los bebés reborn, podría interesarte saber más sobre los diseños que hay y las marcas de bebés reborn que tienen los detalles más realistas.
¿Qué son los bebés reborn?
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Para que comprendas la razón de sus ventajas en los diferentes ámbitos donde se aplican, es necesario que primero conozcas un poco sobre estos muñecos y su origen.
Empezaron a crearse en Alemania después de la segunda guerra mundial para darles a los niños un momento de felicidad. En vista de que eran fabricados a partir de piezas de otras muñecas, se les dio el nombre de “renacer” o reborn.
Actualmente un bebé reborn no se considera un muñeco regular debido a las mejoras que tiene en su diseño. Estos bebés hiperrealistas tienen cabello real, pestañas, peso, tacto y otros elementos como sistema de respiración o mecanismos para orinar.
Hay modelos muy realistas como el bebé reborn Antonio Juan, donde podrás leer sobre los materiales usados para lograr su aspecto tan similar a un bebé real.
La relación entre los bebés reborn y el Alzheimer
Mayormente es conocido el uso de estos muñecos como una forma de fomentar el aprendizaje motor fino al abrir y cerrar cremalleras. No obstante, los reborn también se usan para ayudar a disminuir síntomas como desinterés, ansiedad, cuadros de angustia o depresión en pacientes con Alzheimer.
En vista de que tienen ciertas características como las que leíste en el apartado anterior, cuando los pacientes reciben al bebé en sus brazos les genera una sensación de bienestar y un vínculo emocional con el bebé.
Cuidar de estos muñecos tan parecidos a un bebé de verdad incluye procesos como vestirlos y desvestirlos, lo que causará que los pacientes hagan trabajos de coordinación bimanual, lateralidad o motricidad fina.
La orientación espacio-temporal se distorsiona en cada persona que sufre de Alzheimer, por lo que la tarea de escoger cuál ropa colocarle al bebé reborn según la estación del año y la temperatura ayuda a trabajar esos parámetros que se han distorsionado.
Se han realizado muchos estudios referentes a lo que estos bebés pueden aportar a los mayores, como la paz y tranquilidad al acunar a un bebé.
Niños con autismo y bebés reborn
Los niños que sufren de este trastorno generalmente tienen dificultad para desarrollar su lenguaje o la forma de expresarse, por lo que tienden a estar aislados y no crean relaciones o interactúan con otros niños.
Estos muñecos ayudan a fomentar la empatía y la interrelación, a crear un vínculo y apreciación por el cuidado, por lo que es una buena alternativa para que los niños aprendan a expresar sus sentimientos y desarrollen habilidades de protección.
La experiencia de ser padres
Hace poco te mencionamos sobre el aspecto tan real de estos muñecos y los elementos que se le añaden como sistemas de respiración, llanto o la necesidad de ir al baño, así que funcionan como un tipo de aprendizaje en cursos prenatales.
Empezar a cuidar de estos bebés hiperrealistas contribuye a la preparación de los padres y madres primerizos para que su cuidado y atención con su futuro bebé sea más eficiente y sientan menos ansiedad.
Con estos muñecos, como también cuentan con el peso similar al de un bebé real, se adquiere confianza y destreza al momento de sostenerlo entre los brazos, cambiarle el pañal, vestirlos, sacarle los gases, limpiarlos, y más.
Función educativa contra el embarazo precoz
En diversos países se ha implementado este tipo de muñecos en los programas educativos para prevenir el embarazo precoz. Dentro de estos programas –además de una barriga falsa, se les asigna un bebé reborn que come, ensucia, llora y duerme.
Igualmente son muñecos capaces de grabar la forma en cómo son cuidados, así que es una forma de concienciar a las adolescentes y fomentar la protección y uso de anticonceptivos.
Terapia psicológica ante la pérdida de un hijo
Una vez más, haciendo alusión al realismo que tienen estos muñecos, resulta ser una ayuda en situaciones que causan un desequilibrio o desajuste mental, como la pérdida de un hijo.
En ocasiones un profesional recomienda el uso de los bebés reborn para que la persona lleve a cabo un proceso de aceptación sobre lo que ha sucedido y la forma en que lo ha influenciado. Sin embargo, esto debe ser usado como una medida temporal y siempre bajo la supervisión de un especialista.
¿Cuándo hay que consultar con un especialista?
A pesar de los variados usos que se les da a este tipo de muñecos y las diferentes formas en que pueden ayudarnos, existen algunos casos en que su uso empieza a ser un problema que afecta la salud de la persona.
Fuera de la terapia psicológica y el proceso educativo hay personas que adquieren estos muñecos para coleccionarlos porque es un pasatiempo que les resulta atractivo, y no hay problema con ello.
El inconveniente aparece cuando se tiene dificultad emocional o déficit afectivo, como en casos de mujeres que no pueden quedar embarazadas, han sufrido un aborto, han perdido un hijo o madres con el síndrome del nido vacío.
Hay casos en los que el/la afectado/a recurre a estos muñecos para cubrir el vacío que han dejado sus hijos, así que los visten con la ropa que usaban sus hijos de pequeños o hacen las rutinas que solían hacer con ellos.
Es en este punto cuando es recomendable consultar con un especialista porque posiblemente el muñeco es un medio para ocultar problemas psicológicos o emocionales.
Los bebés reborn son aliados para los terapeutas y sirven como método de aprendizaje, ya que sus características y capacidades realistas aportan una ayuda a personas con algunas patologías y pueden fabricarse según el uso que se les quiera dar.