Cómo aumentar tu paciencia

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Hace unas semanas tuve la suerte de organizar y asistir a la charla/taller de Violeta Alcocer que dirige Aula de Familia y es autora del blog Atraviesa el Espejo. La charla trató sobre cómo cultivar la paciencia y cómo resolver los conflictos de forma respetuosa.

Entendemos que tener paciencia es no reaccionar de forma automática si no pensar bien lo que vas a decir y cómo lo vas a decir. También es saber esperar y observar el momento evolutivo en el que se encuentra tu hijo, si haces esto no pretenderás que haga algo para lo que no está preparado.

La paciencia debemos aumentarla nosotros como padres, de poco sirve pedirle a un niño que tenga paciencia si luego nosotros la perdemos ante cualquier situación. No hay que olvidar que nuestros hijos son espejos y reflejan lo que ven de nosotros, lo bueno y lo malo.

Violeta hizo referencia a los pensamientos, el discurso interior que cada uno llevamos dentro, si esos pensamientos son negativos nuestra reacción será negativa. Por ejemplo, tu hijo de 2-3 años ha vuelto a poner el salón patas arriba llenándolo de juguetes, papeles… si nuestro discurso interior es: «este niño siempre igual, lo deja todo por ahí y luego me toca a mí recogerlo, no puedo más«, nuestra reacción será empezar a recoger juguetes como si estuviésemos poseídas, gritar al niño y puede que amenazarle con tirar todos los juguetes. También tendemos a pensar que tenemos que actuar en el momento o el niño «nos tomará el pelo» y hará siempre lo que le da la gana.
Si en esta misma situación nuestro discurso interior es: «tan solo tiene 2-3 años, es normal que juegue de esta forma, recogeré algunos juguetes y le preguntaré si quiere ayudarme, si ve que recojo los juguetes de forma relajada él acabará imitándome como en muchas otras ocasiones«. Una vez terminas de jugar o de recoger los juguetes puedes hablar con él y comentarle que tirando los juguetes así puede romperlos o perderlos.

Aumentar la paciencia es un trabajo diario, debemos ser conscientes de cómo reaccionamos ante situaciones que nos hacen perder la paciencia y observar cómo podemos cambiarlo. Observando nuestros pensamientos para apartar los pensamientos negativos hará que no actuemos de forma impulsiva con nuestros hijos.

Por lo tanto tenemos que hacer mucho trabajo interior para que nuestros hijos lo vean reflejado en el exterior, y como sabemos que nuestros hijos son nuestros espejos, si nos ven reaccionar con paciencia ellos también la tendrán con nosotros en el futuro.