El pasado jueves tuvimos un buen susto en casa, mi hijo se pisó el dedo corazón de la mano derecha con la puerta de casa y tuvimos que salir corriendo al Centro de Salud. Cuando pasa algo así todo suele suceder muy rápido y es normal que los nervios te traicionen, por mucho que te diga que guardes la calma de ti depende que en ese momento seas capaz de hacerlo.
Si eres de las que lo pasa mal viendo la sangre es una herida que sangra mucho intenta bloquear tu mente en ese momento y ayuda a tu pequeño todo lo que te sea posible, si en ese momento tienes compañía puedes decirle que se ocupe de lavar bien la herida si te ves incapaz de hacerlo. Conozco a gente que lo pasa realmente mal cuando ve la sangre y es una situación difícil de procesar.
Lo que debes tener en cuenta si se produce un accidente doméstico en casa es:
– Lavar la herida con agua abundante para limpiar la sangre y ver la profundidad de la lesión. Lo mejor es abrir el grifo del agua y meter la zona afectada debajo.
– Si la herida deja de sangrar debes valorar si puedes curarlo tú misma o debes ir al centro de salud para que sea atendido en enfermería.
– Si no consigues cortar la hemorragia con agua coge un trapo limpio para tapar la zona, las toallas las solemos tener a mano y hacen una buena función cuando hay mucho sangrado. Presiona la herida con la toalla y dirígete al centro de salud más cercano.
– También puedes aplicar hielo en la herida, sobre todo si no sangra demasiado, recuerda no poner el hielo directamente en la zona afectada, introdúcelo en una bolsa o lo tapas con la propia toalla con la que presionas la herida.
– Si tienes que acudir al Centro de Salud lleva la tarjeta sanitaria a mano porque es lo primero que te van a pedir, incluso puede que antes de preguntarte qué ha pasado…
Lo más importante es que guardes la calma y trasmitas tranquilidad al niño, si te pones a dar gritos por la casa seguro que se asusta más de verte a ti que de lo que ha pasado 🙁
Dile frases cortas y que entienda si es muy pequeño: «Mamá está contigo», «Te vas a poner bien», «Voy a estar a tu lado en todo momento», «Esto debe doler pero vamos a curarte para que deje de hacerlo». Sobre todo hacerlo sentir seguro y entender el dolor que está pasando en ese momento.
En el caso del dedo de mi peque lo lavé con abundante agua y lo tapé bien con una toalla para intentar cortar la hemorragia, seguidamente fui corriendo al Centro de Salud y allí nos atendieron «rápidamente» (antes de preguntarme lo que había pasado me pidieron la tarjeta sanitaria, yo llevaba a mi hijo en brazos llorando y sangrando, por suerte me sabía el número de memoria, se lo escupí y en seguida bajó el enfermero de pediatría). Tuvieron que darle un punto de sutura porque tenía un corte al lado de lo que le quedaba de uña. Por suerte las uñas se caen, vuelven a salir y todo queda en un susto.
¿Alguna idea que puedas aportar a esta lista? Tus comentarios siempre aportan a los demás y son bienvenidos.
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Photo Credit: World Bank Photo Collection via Compfight cc