Cambiando la educación pública (Parte 2)

cambiando la educación pública parte 2

Esta semana continúo hablando de los cambios que podemos encontrarnos dentro de la educación pública, en este post puedes leer la toma de contacto que tuve con el CEIP Princesa de Asturias, un colegio innovador que trabaja de manera viva y activa y se basan en las inteligencias múltiples de Gadner.

En la visita que hice al centro me atendió Letizia (jefa de estudios) y durante hora y media me contó emocionada cómo vivieron el cambio los profesores y el equipo directivo. Me habló de Elena, el alma mater de este proyecto, ella fue la que descubrió todo y les hizo cambiar la mirada. Esa mirada tan importante que nos hace ver a los niños como personas y no como un tarro vacío que hay que llenar de conocimientos, respetando sus ritmos de aprendizaje y teniendo en cuenta sus emociones. El proyecto está mucho más asentado en Infantil que en Primaria ya que empezaron hace 2 años y va creciendo con los niños, con humildad me comenta Letizia que en Primaria tienen mucho trabajo por hacer ya que tan solo trabajan por proyectos las asignaturas de ciencias naturales y sociales, el resto son talleres y rincones. Además en segundo y tercero de Primaria tienen deberes (pero pocos) y algunos exámenes, ella me hace esta confesión porque quiere que se refleje la realidad tal cual es, admite que les queda mucho trabajo por delante y que su sueño es que los castigos y amenazas desaparezcan al 100 por 100 de las escuelas.

Ella piensa que todavía les queda mucho camino por recorrer para vivir un cambio educativo real pero con solo mirar a los colegios de nuestro alrededor podemos comprobar que lo que están haciendo en su centro está a años luz de otros muchos coles. Sin ir más lejos en el colegio donde van mis sobrinos a 3º de Primaria tienen prohibido llevar cromos, peonzas y otros juguetes, ni siquiera en el tiempo de descanso pueden hacer uso de sus pertenencias dentro del centro. También son castigados sin recreo, obligados a escribir X veces frases como «Tengo que portarme bien todos los días» o son expulsados fuera del aula, cosas que por desgracia yo viví cuando iba al colegio y que lamentablemente veo que los niños siguen sufriendo actualmente.

Después de conocer este colegio veo muy complicado mantener a mi hijo en su actual colegio, como padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y para mi lo mejor es que crezca como un individuo libre, creativo y capaz de resolver conflictos de manera respetuosa, que disfrute con lo que aprende cada día y sobre todo que sea una persona feliz. Por desgracia esto es difícil conseguir en una escuela donde deben permanecer muchísimas horas sentados, trabajando con fichas de manera repetitiva y aprendiendo la Ley del más fuerte para sobrevivir en el día a día.

¿Cómo crees que podemos ayudar a los maestros a cambiar la mirada sobre los niños?

Foto cedida por CEIP Princesa de Asturias

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