Ayer mismo recordaba con mis familiares y amigos lo difícil que son los primeros días de un recién nacido mientras estábamos en la celebración del primer cumpleaños de mi segunda hija Vida. Comentaba con ellos aquello que tanto nos ayudó a mi y mi pareja durante esos días donde te encuentras un tanto perdida tras llegar del hospital. Aunque hay algunas cosas que, aunque los visitantes hagan con buena intención, no son de mucha ayuda. Así que, aquí van unos consejos que yo considero conveniente seguir si vas a hacer una visita a un recién nacido:
Antes de realizar la visita, pregunta.
La madre ha estado entre 2 y 7 días en un hospital, seguro que está agotada, o puede que el bebé recién le haya vomitado toda la camiseta y se la haya llenado de leche y no esté en disposición de ver a nadie. También puede que esté tan agotada que tan solo quiera estar tumbada en el sofá, mientras que el padre tiene al recién nacido en brazos durante (con suerte) unos minutos. Así que, antes de ir a casa de una recién parida, avisa, con un whatsapp será suficiente 🙂 ¡Ah! y si quedas a una hora, sé puntual.
Pregunta si necesitan algo.
Seguramente no hayan tenido tiempo todavía de hacer la compra y falten provisiones en la despensa. Pregunta (sobre todo a la mamá) si necesita algo, los tupper de comida preparada siempre son bienvenidos 😉
Di al bebé lo guapo que es.
Aunque esté más arrugado que una pasa, dile al bebé lo guapo que es. Para los padres, en ese momento, es el ser más adorable del mundo.
Por supuesto, di a la mamá lo guapa que está.
Sabrá que es mentira, desde la primera palabra, pero le dará igual. Seguramente lleve días sin ducharse, irá metida en un chandal (o en pijama, directamente), se habrá podido peinar un poco, simplemente para poder apartarse los pelos de la cara y ver algo, y tendrá una teta fuera constantemente. Aún así, te lo agradecerá 🙂
¿Estás enferma?, no vayas.
Si estás resfriado o resfriada o tienes algún indicio de que puedas estarlo, mejor deja la visita para otro momento en el que te encuentres mejor. El recién nacido todavía no tiene las principales vacunas y se encuentra indefenso. Así que, por muchas ganas que tengas de ver al bebé, es mejor que esperes unos días.
No te quejes mientras estás de visita.
Puede que hayas pasado el peor día de tu vida en el trabajo y estés super cansada… aún así, intenta pasar ese rato sin quejarte. Delante de ti hay una mujer que ha pasado por un parto y que lleva sin dormir 3 horas seguidas desde que nació el bebé. Así que, intenta centrarte en ella y el bebé, pregúntale cómo se encuentra y si necesita algo que le pueda ser de ayuda para descansar.
Espera a que te dejen cogerlo.
Cuando vemos a un bebé recién nacido enseguida tenemos ganas de agarrarlo entre nuestros brazos, sobre todo si eres su tía, su abuela o eres muy amiga de la madre, pero has de tener en cuenta que por algún motivo los padres pueden no estar todavía seguros de que otras personas sujeten a su bebé, así que, si no te ofrecen la posibilidad de agarrarlo entre tus brazos no te lances, espera la oportunidad, o, por lo menos, pregunta si no les importa que lo aupes.
Si lo tienes en tus brazos, no lo agites como si fuera una maraca.
El recién nacido es frágil, ya habrá tiempo de agitarlo y hacerle saltar cuando tenga unos meses. Si lo tienes en brazos, que sea de una forma tranquila y relajada. En el caso de que llore en tus brazos, no te lo tomes como algo personal y no insistas, devuélvelo a brazos de su madre, piensa que lleva 9 meses pegada a ella, todavía tiene que acostumbrarse al nuevo ambiente.
Ofrécete a ayudar en la casa.
Puede que ya tengan muchas manos en casa (ayuda de las abuelas, abuelos, hermanas, hermanos, etc) pero es posible que, por circunstancias, estén lejos de la familia y estén los papis solos para llevarlo todo. Pregúntales si necesitan algo de ayuda en el hogar, o en ir a hacer la compra, o incluso, si tienen otro hijo mayor, sacarlo al parque un rato para que se entretenga. Te estarán muy agradecidos, seguro.
No pongas la tienda de campaña en el salón.
Las visitas, si los papás están receptivas a ellas, son de agradecer, pero, eso sí, no te plantes ahí horas y horas. Recuerda, lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Y con todos estos consejos seguro que tus amigos recién estrenados en la ma/paternidad o repetidores quedarán encantados con tu visita 🙂 ¿Añadirías algún consejo más?, espero tus comentarios.
Photo Credit: sean dreilinger via Compfight cc
Está genial.
Otra buena sería, si te dicen que no se encuentran bien o no les apetecen visitas o el médico les ha dicho que visitas restringidas, no insistas, espera a que ellos te avisen (parece lógico pero por desgracia, pasa) Aunque lo hagas con toda la ilusión debes esperar el momento en que la familia esté preparada para recibirte…
Tienes razón Carmen, yo con mi primer hijo que fue cesárea les pedí a mis amigas que me dieran un día para recuperarme y luego las recibiría encantada. Todas lo entendieron y respetaron 🙂
Gracias por tu comentario
Muy buenos consejos,otra cosa que a muchos se nos pasa a veces es que si llevas un regalo.para el recien nacido y este tiene hermanos hay que pensar en llevar algun pequeño detallito tambien para ellos,igual que algun pequeño detalle para la mama pero para ella ,que no todo sea para el bebe o para la casa,y si alabas al bebe(cosa logica)piensa tambien en tener palabras bonitas para los hermanos
Muy bueno Merce!! Cuando nació mi segunda hija solo una persona vino con regalitos para mi hijo, ella ya tenía dos hijos…Fue un detalle muy bonito por su parte 🙂
Gracias por comentar!
Todas estas cosas las suelo tener en cuenta, precisamente porque conmigo, todo el mundo hizo todo al revés. Los primeros días de mis hijos en casa fueron una tortura de visitas. Además, al ser mellizos, era como un espectáculo para las visitas ver dos bebés tan pequeñitos juntos… Yo estaba en cama porque no me podía levantar apenas por la cesárea ¡ y mi habitación llena de gente todo el día! , agotada de las tomas y no dormir… y no tenía siquiera fuerzas para pedirles que se fueran.Tengo muy malos recuerdos de aquellos días, que aún cuando los recuerdo se me coge un nudo en la garganta de rabia e impotencia.
Por eso, cuando voy a visitar a una parida, en primer lugar espero al menos un mes y después, antes de aparecer en la puerta, pregunto cuando les viene bien.
Un saludo.